*Animales, piezas de ajedrez, accesorios para baño, chimeneas, muebles y adornos surgen del mármol y ónix gracias a los artesanos de la región
Antonio Zamora
Tecali de Herrera, Pue.- Cuando llegas a Tecali de Herrera, para cualquier lado que hagas la mirada verás tiendas de artesanías en Mármol y Ónix. Ser tecalense inmediatamente te depara, al menos, dos destinos: artesano u comerciante.
En las tiendas o mercado se pueden ver cualquier tipo de artículos hechos en mármol, desde diminutos figuras de animales o piezas de ajedrez, hasta accesorios para baño, chimeneas, muebles o adornos. En Ónix principalmente elaboran lámparas.
Tecali, “Casa de piedra” en lengua náhuatl, ubicado a 30 minutos de la capital, es cuna de los mejores talleres de arte. En cada uno trabajan alrededor de 9 o 10 personas. Lo llamativo es que la mayoría son jóvenes, incluso niños que dividen su tiempo en ir en las mañanas a la escuela y por las tardes aprenden el oficio de ser artesano.
“Trabajar la piedra es muy bonito, pero muy fatigante”, así describe un joven su labor dentro de uno de los varios talleres artesanales de Mármol y Ónix al aire libre que hay en el municipio poblano.
Con todo el cuerpo lleno de polvo, incluyendo ojos y pestañas, trabaja sus piezas de piedra que le han dado realce mundial al pueblo.
“Somos el mayor productor de figuras de mármol y ónix, en otros lados también las hacen, pero aquí es la cuna Mundial”, comenta el mismo joven mientras pasa por esmeril una pequeña cruz.
Según explican, la pierda, ya sea Mármol u ónix, llega “cruda” al taller en placas. El primer paso es marcar con un molde la figura que tengan planeado hacer, la cortan, ya con la pieza, se pasa por esmeril y para quitar imperfecciones la sumergen en una tina llena de ácido muriático sin ninguna protección en la mano.
Después, quitan rebabas de los bordes, la vuelven a sumergir en otra tina de ácido y cuando la pieza ya quedó lisa pasa a la pulidora para que tome el brillo característico del mármol, o el tono un poco más opaco del ónix.
“Esta cruz, que en promedio su elaboración lleva un proceso de 20 minutos, nosotros la vendemos en 20 pesos y en las tiendas las revenden en 60. Las piezas más grandes, en las que nos tardamos hasta 2 días, las damos en 500 pesos, pero ellos las venden hasta en 2,500”, relata el artesano.
Vienen de varias partes a comprar las artesanías. De Estados Unidos o incluso Europa, pues les llama la atención los acabados y las múltiples formas que se le puede dar a la piedra.